Anoche observé desde mi planeta una lluvia de estrellas y mis ojos quisieron ver más allá. He estado tan distraído nombrando las cosas existentes en mi mundo, que olvidé algo importante para el futuro; la historia de mi planeta. Debo registrarlo para las generaciones por venir, y la mejor manera será grabarlo directamente en las paredes rocosas. Como no sé si vendrás alguna vez a mi mundo, te cuento brevemente esta historia particular.
Mi planeta nació de una chispa, de un relumbrón radial que hasta hoy sigue en expansión. Se hizo un remolino que moldeó diversas esferas elipsoidales, entre las que se cuentan tu planeta y el mío. Es una energía oscura y en ella habitamos todos. Porque he de contarte que somos muchos los que poblamos este universo. Tenemos en común eso, la chispa creadora, el detonante de donde partimos en este viaje intergaláctico y que nos tiene dando vueltas a una velocidad alucinante. Te preguntarás cómo sé esto que te digo y la respuesta es sencilla, soy de otro mundo, creado en otra circunstancia a la tuya por ancianos siderales llamados también geómetras, quienes cuidaron de agregar en nuestros histogenes el devenir de mi raza.
Algún día tú podrás elegir un mundo y poblarlo como yo lo hago ahora, y cuidarlo de errores cometidos. Si vienes te mostraré el retroverso, la estela original, los límites de esta cosmoesfera. Somos mundos dentro de otros mundos, partimos del micro al macro y aunque no lo creas, sólo en el que cohabitamos existen miles de galaxias. Vecinos todos en diferentes grados evolutivos, tanto así que yo puedo verte oteando desde la curvatura del espacio. Montando un agujero y saltando dentro, arrebatando tiempo y espacio al universo, para estar en un instante cósmico en tu planeta, mirarte y suspirar en lo porvenir;el microcosmos de tu cuerpo.
Mi planeta nació de una chispa, de un relumbrón radial que hasta hoy sigue en expansión. Se hizo un remolino que moldeó diversas esferas elipsoidales, entre las que se cuentan tu planeta y el mío. Es una energía oscura y en ella habitamos todos. Porque he de contarte que somos muchos los que poblamos este universo. Tenemos en común eso, la chispa creadora, el detonante de donde partimos en este viaje intergaláctico y que nos tiene dando vueltas a una velocidad alucinante. Te preguntarás cómo sé esto que te digo y la respuesta es sencilla, soy de otro mundo, creado en otra circunstancia a la tuya por ancianos siderales llamados también geómetras, quienes cuidaron de agregar en nuestros histogenes el devenir de mi raza.
Algún día tú podrás elegir un mundo y poblarlo como yo lo hago ahora, y cuidarlo de errores cometidos. Si vienes te mostraré el retroverso, la estela original, los límites de esta cosmoesfera. Somos mundos dentro de otros mundos, partimos del micro al macro y aunque no lo creas, sólo en el que cohabitamos existen miles de galaxias. Vecinos todos en diferentes grados evolutivos, tanto así que yo puedo verte oteando desde la curvatura del espacio. Montando un agujero y saltando dentro, arrebatando tiempo y espacio al universo, para estar en un instante cósmico en tu planeta, mirarte y suspirar en lo porvenir;el microcosmos de tu cuerpo.